La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 es imprescindible para aplacar los problemas de alimentación y de agricultura en el mundo, según explicó en Asunción el oficial de Políticas de Desarrollo Territorial de la FAO, Luiz Carlos Beduschi.
“Estamos convencidos de que es posible erradicar el hambre y la pobreza hacia el 2030. Pero no depende de una única persona, organización o Gobierno. Demanda, por su complejidad, un trabajo conjunto que nos invita a todos a identificar convergencias, minimizar divergencias y trabajar alrededor de una agenda común”, dijo.
Beduschi, que participó como ponente en el seminario “Los ODS para el Desarrollo Rural en Paraguay”, indicó que la alimentación y la agricultura son transversales al total de 17 objetivos a nivel mundial acordados por las Naciones Unidas (ONU) en 2015.
El oficial de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo hincapié en la relación directa entre la erradicación del hambre y el mundo rural.
“El 80 % de los pobres del mundo se concentra en el mundo rural, muchos de ellos vinculados a actividades agrícolas o dependiendo de actividades no agrícolas en el mundo rural”, destacó Beduschi.
En ese sentido, señaló la paradoja de que 8 de cada 10 personas en situación de pobreza y de hambre viven en el mundo rural siendo ese ámbito donde se produce la gran mayoría de los alimentos consumidos en el mundo.
La FAO redefinió, según explicó Beduschi, sus objetivos para los próximos años y centró sus esfuerzos en erradicar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, por lo que para el experto es clave el desarrollo rural sostenibles a tenor de las estadísticas.
“Con más desarrollo rural la gente tiene más acceso a activos -tierra, agua, economía e infraestructuras- , a mejores servicios rurales, servicios financieros -crédito, ahorros, seguros- y asistencia técnica”, afirmó.
Beduschi puntualizó que la eliminación del hambre y la mejora de los sistemas de agricultura familiar potenciaría el mundo rural, por lo que pidió una voluntad política fuerte y beneficiar a los principales agentes, como productores, pequeños agricultores, mujeres rurales, pescadores e indígenas.
“Se crea un vínculo del trabajo en la agricultura familiar, el fortalecimiento en el sector y toda la mirada que vas más allá de la producción en sí mismo hacia sistemas alimentarios más sostenibles y todo el rol que tienen los sistemas de protección social para garantizar ese movimiento hacia el desarrollo rural sostenible”, explicó.
Beduschi indicó que, igual que la agricultura y la alimentación son esenciales para conseguir el conjunto de los ODS para el 2030, el avance en los diversos objetivos beneficiará la tarea de erradicar el hambre, la pobreza y la malnutrición.
“Todos los países están involucrados y se comprometen con esas metas, son indivisibles y los cimientos de esos objetivos son interconectados. Reflejan la complejidad del mundo en el que nos manejamos. Es insuficiente trabajar alrededor de un objetivo sin tener en cuenta la complejidad de las interconexiones”, dijo Beduschi.
“Son objetivos ambiciosos. Lo que los países acuerdan en esa agenda es de una ambición grande. Ya no estamos hablando más de reducir proporciones de pobreza sino de erradicar el hambre, de poner fin a la pobreza y hacer eso con el buen uso de los recursos naturales. Nos pone a todos en el mismo barco”, añadió.
Beduschi destacó que la idea de desarrollo sostenible va más allá del crecimiento económico y que se define como “un medio para no dejar a nadie atrás”.
“No es más un tema solo de los países en desarrollo o subdesarrollados. También los países del capitalismo se comprometen con un conjunto de metas alrededor de esos objetivos y de cierta manera representa esa ambición global de cambiar la perspectiva sobre lo que es el desarrollo”, dijo el oficial de la FAO.
