El papa Francisco considera que tanto el deporte como la religión son entidades que generan valores y hacen crecer al ser humano y que el deporte debe estar orientado al bien y “no a la explotación consumista de jugadores y aficionados, a la rivalidad envidiosa o al odio”.
Así lo ha manifestado el escritor, periodista, profesor y exembajador de Colombia ante la Santa Sede, César Mauricio Velasquez Ossa durante la presentación hoy en Sevilla de su libro “Fútbol con alma” (Editorial Intermedio), en el que ayuda a descubrir el perfil deportivo y futbolístico del papa argentino, socio con carné del club argentino San Lorenzo de Almagro.
Sobre el Pontífice venido del fin del mundo, como el propio Francisco se presentó cuando fue elegido papa el 13 de marzo de 2013 se han escrito numerosos libros sobre su magisterio. Éste -precisó el autor- pone la atención en cómo piensa el Sucesor del Apóstol Pedro del deporte y cómo puede servir a la paz y al entendimiento entre los pueblos.
Para Francisco tanto el deporte como la religión son entidades que generan valores y hacen crecer al ser humano, subrayó Velasquez, que añadió que el deporte para el Pontífice debe estar orientado al bien y “no a la explotación consumista de jugadores y aficionados, a la rivalidad envidiosa o al odio”.
El fútbol, por su parte, para Francisco, debe ser una fiesta de solidaridad entre las personas y los pueblos, agregó Velasquez Ossa.
En estos años de pontificado, Francisco ha recibido a numerosos futbolistas, sobre todo argentinos e italianos y ha promovido partidos por la paz en el mundo y en el libro el autor señala que a todos les ha recordado que pueden ser un modelo positivo o negativo para la sociedad y sobre todo para los niños y adolescentes.
Asimismo, les ha pedido que vivan el deporte como un don de Dios, una oportunidad para que fructifiquen sus talentos y también una responsabilidad.
El deporte para Francisco -destaca en el libro el escritor y periodista colombiano- no es sólo una forma de entretenimiento, “sino también un instrumento para comunicar valores y promover el bienestar del ser humano y contribuir a una sociedad más pacífica y fraterna”.
Sobre el papa Bergoglio, Velasquez desvela que tiene el buen sentido del hincha “enérgico, leal, pacífico y reflexivo, capaz de valorar el talento del rival y animar al propio equipo en la derrota”.
El libro refleja, asimismo, sendos perfiles de siete personajes del fútbol mundial, en los que César descubre el lado humano, sus virtudes y la espiritualidad.
Se trata de Alfredo Di Stefano, la saeta rubia, quien desvela al autor que fue a la misma escuela en Buenos Aires que el papa Francisco y que posiblemente jugaron a la pelota en la calle del barrio.
Los otros son el argentino Javier Zanetti, los españoles Francisco Gento, Amancio Amaro, Emilio Butragueño y el colombiano Andrés Escobar, defensa de la selección nacional que fue asesinado en Medellín en 1994.
Zanetti, defensa y capitán del Inter de Milán, resalta que el juego limpio debe ser prioritario para cualquier equipo.
Para Paco Gento un futbolista debe ser humilde, no debe creerse que es más que los demás y debe valorar el trabajo y el talento de los demás, reseñó Efe.
Amancio Amaro pone el punto sobre la vanidad, señala que puede hacer mucho daño al fútbol y advierte contra la violencia en el fútbol.
Butragueño destaca la disciplina y la fortaleza mental para superar las distintas etapas que se presentan al deportistas. Asimismo advierte contra la adoración del dinero en un mundo, como es el fútbol donde hay algunos contratos más que millonarios.