Foto: Reuters
Gene Hackman, el actor estadounidense y leyenda de Hollywood, ganador de dos premios Óscar y cuatro Globos de Oro, cumple 90 años alejado ya de esas cámaras que le consagraron durante la década de los setenta y ochenta como uno de esos intérpretes que marcan una época; el actor californiano tuvo una carrera frenética en el mundo de la interpretación participando en más de 80 títulos entre cine, teatro y televisión, y actuando en películas de prestigio como “Bonnie and Clyde”, “The French Connection”, “Arde Mississippi”, “Sin perdón” o en la saga de “Superman”, entre otras.
Hackman se caracterizó por sus papeles como chico duro de Hollywood. Su voz ronca y su imponente 1,88 metros de altura se prestaban a dar vida a este estilo de personajes que marcaron su carrera cinematográfica; Gene Hackman nació el 30 de enero de 1930 en la ciudad de San Bernardino del Estado de California. Tras pasar por una dura infancia en la que su padre les abandonó, decidió alistarse en la Marina con 16 años, mintiendo sobre su edad.
No fue hasta pasado los 30 años cuando decidió abrirse hueco en el mundo de la actuación. Tras apuntarse a la escuela de interpretación Pasadena Playhouse en Los Ángeles, donde entabló amistad con el aclamado Dustin Hoffman, empezó a dar sus primeros pasos en obras de teatro como “Cualquier miércoles” o “Children from their games”; sin embargo, fue en 1961 cuando tuvo lugar su estreno en el ‘séptimo arte’ con la película “Mad Dog Coll”, aunque ya había hecho colaboraciones frente a la cámara en series de televisión como “FBI” o “Los invasores”.
El punto de inflexión de su carrera, como el mismo actor afirma, tuvo lugar en su interpretación de Buck Barrow en “Bonnie and Clyde”, la película dirigida por Arthur Penn que le consagró en Hollywood y por la que fue nominado a mejor actor de reparto en los Óscar de 1967; a partir de esta interpretación, Gene Hackman no paró de hacer películas de prestigio con los mejores directores de la época como Arthur Penn, Clint Eastwood, Francis Fordd Cappola o Woody Allen, convirtiéndose en uno de los actores más aclamados de la década de los setenta y los ochenta.
Fue en 1972 cuando, en su tercera nominación, logró alzarse con la estatuilla a mejor actor en los Óscar por su papel en “The French Connection”. Su interpretación del detective Jimmy ‘Popeye’ Doyle le valió también para ganar un Globo de Oro y un BAFTA; en los siguientes años, Gene Hackman interpretó un gran número de películas prestigiosas, pero fue en 1978 donde dio vida por primera vez a uno de sus personajes más emblemáticos: el archienemigo de Superman, Lex Luthor. Papel que repitió en 1980 y 1987 en “Superman II” y “Superman IV”, respectivamente.
La década de los ochenta también fue una época exitosa para Hackman en la que participó en películas como “Bajo el fuego” (1983), “Another woman” (1988) o “Arde Mississippi”, película dirigida por Alan Parker sobre los derechos civiles en el sur de Estados Unidos que le permitió estar entre los nominados a los premios Óscar; no tardó mucho en volver a estar entre los candidatos a una estatuilla, ya que en 1992 se alzó con el Óscar, el Globo de Oro y el BAFTA a mejor actor de reparto por su papel del sheriff Little Bill Daggett en “Sin perdón”, la película dirigida por Clint Eastwood.
Su frenética carrera como actor tocó a su fin en 2004. Fecha en la que Hackman anunció, en una entrevista a Larri King, su decisión de dar por finalizada su trayectoria en el mundo de la interpretación; Hackman, a partir de entonces, decidió dedicarse a otras facetas del arte como la pintura o la literatura, especialmente, como escritor de novelas históricas del país norteamericano, y en propias palabras del actor, “valorando la libertad del oficio literario”. EFE