El coronel Castro está siendo investigado por un delito de omisión de un llamado de auxilio de un agente de la fuerza pública ante las protestas de campesinos en el Caquetá.
El Ministerio de Defensa excusó al coronel Javier Antonio Castro, comandante de la Policía en el departamento de Caquetá, ante la orden de captura expedida por su supuesta omisión durante la retención de casi 80 agentes en unas protestas.
Castro está siendo investigado por un delito de omisión de un llamado de auxilio de un agente de la fuerza pública ante las protestas de campesinos que derivaron en enfrentamientos y en la retención de miembros de la Policía, por lo que había sido citado a declarar, cita a la que no acudió.
La cartera de Defensa justificó a Castro asegurando que “no ha podido asistir a los requerimientos de la Justicia Penal Militar por cuanto tiene una situación de calamidad familiar por la muerte” de su padre, “además de encontrarse excusado del servicio por afectación de salud”.
El coronel fue notificado de la citación a indagatoria en la noche del miércoles 22 de marzo con el propósito de que se presentara al despacho judicial con su abogado al siguiente día, jueves 23, por la mañana, agregó en un comunicado el ministerio.
El mismo miércoles, el coronel ingresó en la noche al Hospital Central de la Policía Nacional y salió el jueves “con una incapacidad médica por cefalea”, añadió la información, que precisó que “esa misma mañana se excusó ante la justicia justificando su inasistencia”.
“No obstante, le fue emitida una orden de captura”, según Defensa.
El coronel está siendo investigado por la división judicial de la Policía Nacional por su gestión tras la retención de 79 policías en San Vicente Del Caguán durante unas protestas de campesinos e indígenas contra una petrolera que desató una crisis en el país que obligó al Gobierno a desplazar a una delegación de varios ministros para tratar de llegar a un acuerdo con los manifestantes.
La crisis se desató tras los enfrentamientos entre indígenas y campesinos contra los miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) que trataban de contener una protesta frente a las instalaciones de la petrolera Emerald Energy, en la zona rural de San Vicente del Caguán.
Como resultado, además de la retención de los agentes, murieron tres personas, dos policías y un campesino.
Castro habría incurrido en una negligencia ya que, a pesar de que recibió una llamada de auxilio por parte de otro agente para recibir más apoyo para hacer frente a la situación, no envío más agentes al lugar.
De hecho, la Procuraduría abrió una indagación previa contra funcionarios de la Policía para determinar si faltaron apoyos a otros miembros de la institución que intentaban controlar la situación de orden público.