Los hongos alucinógenos presentan propiedades curativas por la psilocibina, sustancia con efectos psicoactivos que resulta de ayuda contra la depresión pero que puede resultar nociva de no consumirse adecuadamente, afirmó el micólogo Daniel Reyes, graduado de la Universidad de Texas (EE.UU.).
El investigador explicó que en pacientes con depresión o traumas psicológicos “una dosis baja de psilocibina es de gran ayuda” ya que no supone una inducción a la alucinación pero sí una mayor introspección.
Pese a estar los hongos asociados a fuentes espirituales, no cabe esperar milagros en la curación de enfermedades, aclaró el experto, ya que su función como organismos es fundamentalmente preventiva. “Consumes hongos para mantener tu salud, no para recuperarte de una enfermedad”, aseveró.
El uso recreativo a menudo es erróneo, ya que se considera una droga para ambientes de fiesta cuando “debe servir para llegar a conocernos profundamente y explorar nuestra psique”.
En ocasiones se producen los llamados “malos viajes”, algo que Reyes atribuyó a factores externos como el entorno y el ambiente social elegido, reporta Efe.
Exhortó a considerar la ubicación y estar con gente de confianza, además de modular la dosis, pues “el exceso de cualquier sustancia resulta negativo”.