La herramienta de edición genética CRISPR ha revolucionado la investigación, pero ahora se han desarrollado dos técnicas que abren nuevos horizontes: una de ellas se dirige al ácido de ribonucleico (ARN), sin modificar el genoma de manera permanente, y la otra desarrolla un nuevo “editor de bases”.
Ambas técnicas están recogidas en sendos estudios que se publican en Nature y Science.
El primer estudio, firmado por expertos del estadounidense MIT, presenta una nueva herramienta llamada “Repair” que edita el ARN y que tiene el potencial de tratar enfermedades sin afectar de manera permanente el genoma.
La edición de ARN en lugar de ADN tiene varias ventajas, según el estudio, entre ellas reducir las preocupaciones éticas asociadas con la modificación del ADN y proporcionar a los científicos un marco temporal más preciso para la edición en organismos vivos, por ejemplo, durante períodos clave de desarrollo, informa Efe.
Los doctores David Cox y Feng Zhang se basaron en el sistema CRISPR-Cas9, pero usando nuevas subfamilias de la proteína CAS (una enzima especializada en el corte del ácido nucleico o edición genética).
Los científicos descubrieron una versión activa de la encima Cas13, llamada Cas13b y diseñaron una nueva versión de esta para lograr la edición de ARN.
Usando el método “Repair” lograron la edición genética de ARN con una eficiencia que varía entre el 20 % y el 40 %, y de hasta el 89 % en ciertos casos.
Los autores afirman que Cas13b puede corregir múltiples variantes, que por sí solas podrían no alterar el riesgo de enfermedad, pero que unidas sí pueden modificarla.