La muerte materna en República Dominicana sigue en aumento en lo que va de año con 66 decesos, un dato que preocupa y que algunos colectivos atribuyen a la falta de política sobre el tema y a la penalización del aborto.
De acuerdo con datos publicados esta semana por la Dirección Nacional de Epidemiología, en lo que va de año el país registra 66 muertes maternas, dos más que en el mismo período de 2017, en el que se produjeron unos 188 casos de mortalidad materna, casi dos por día, pese a las múltiples iniciativas anunciadas.
El número de mujeres fallecidas por causas vinculadas al embarazo supera el de las fallecidas por violencia de género, una situación que preocupa a organizaciones como la Colectividad Mujer y Salud, que desde 1984 trabaja en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las dominicanas.
“República Dominicana es en este momento el segundo país con la tasa más elevada de muerte materna en la región”, afirmó en declaraciones a Efe la directora de esta organización, Cinthia Velasco, quien agregó que las cifras “son cada vez más altas”.
La situación, sin embargo, no se debe a la falta de servicio, ya que, de acuerdo con Velasco, el 98,6 % de los partos en este país se realizan en centros públicos o privados, sino a la calidad del mismo, que calificó de “pésimo”, y a la negligencia de los médicos.
Un reciente análisis publicado por el Ministerio de Salud, la universidad Intec y el Fondo de Población de la ONU (Unfpa) indicó que a pesar de que las mujeres son quienes más demandan los servicios de salud sexual y reproductiva, el mayor acceso a servicios no necesariamente se corresponde con atención de calidad.
Por el contrario, agrega el análisis, la carga misógina del sistema de salud -acorde al sistema patriarcal- muchas veces resulta en que las mujeres embarazadas, en labor de parto o durante el puerperio no reciban las atenciones con la calidad y oportunidad a la que tienen derecho.
Un análisis sobre la evitabilidad de la mortalidad materna en el país en 2017 señaló que el 88 % se identificaron como evitables y el 85 % de las mismas estaba relacionado a inadecuada atención.
En 2017 la Colectiva Mujer y Salud y la organización Women’s Link Worldwide publicaron un informe que recogió la historia de siete mujeres, que murieron “por la falta de servicios de salud de calidad y oportunos”, una especie de llamado de atención a las autoridades sobre esta problemática, que sigue sin cambios aparentes.
“Las cifras son cada vez más altas y cada vez más alarmantes a pesar de la elaboración de protocolos, de observaciones y de mecanismos” puestos en marcha por las autoridades.
Entre las fallecidas incluidas en el citado informe figura Rosaura Almonte, conocida públicamente como Esperancita, una menor de 16 años con leucemia, que murió en 2012 porque no le fue suministrada a tiempo la quimioterapia que requería, pues tenía un embarazo de siete semanas de gestación, y en el país está penalizado el aborto en cualquier circunstancia.
Y es que, la penalización total del aborto es, según Velasco, otra de las causa del alto índice de fallecimiento de mujeres en el país, por lo que reiteró el llamado para que se permita en los casos de incesto o violación, cuando la vida de la mujer esté en riesgo o su desarrollo del feto resulte inviable fuera del útero.
Datos del Ministerio de Salud del país indican que los abortos inseguros provocan el 10 % de las muertes maternas en la República Dominicana, donde, de acuerdos con organizaciones sociales, se producen cerca de 35.000 abortos al año, una cifra que puede ser mayor debido a que esta práctica se realiza clandestinamente.
Al asumir el cargo en febrero pasado, el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Chanel Rosa Chupany, dijo que la disminución de la mortalidad materno y neonatal será una prioridad en su gestión, informa Efe.
Velasco señaló, sin embargo, que hay que pasar de las palabras a los hechos, que solo serán posibles con políticas públicas integrales y una mayor inversión de recursos en el sector salud.