Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que ha tratado en menos de un mes a 13.621 rohinyás en Bangladesh y advirtió del altísimo riesgo de un brote de enfermedades infecciosas en los asentamientos improvisados y campamentos ante la llegada masiva de refugiados.
Las clínicas, incluidas dos de MSF, “están totalmente superadas”, señaló la organización en un comunicado.
Entre el 25 de agosto, cuando estalló la nueva ola de violencia en el estado de Rakáin en Birmania (Myanmar) contra la minoría musulmana rohinyá, y el 17 de septiembre los centros médicos de MSF recibieron un total de 9.602 pacientes externos, 3.344 pacientes para la unidad intensiva, 427 internados, 225 con heridas relacionadas con violencia y 23 casos de violencia sexual.
Más de 422.000 rohinyás han huido a Bangladesh desde Rakáin (noroeste de Birmania) en tres semanas.
La mayoría de los recién llegados se han instalado en asentamientos improvisados sin acceso adecuado a refugios, alimentos, agua potable y letrinas, reporta Efe.
Los dos principales campamentos de refugiados existentes, Kutupalong y Balukhali, se han convertido en un solo “mega-asentamiento” de casi 500.000 rohinyás, lo que hace que sea uno de los más grandes y concentrados del mundo, indicó MSF.