Una crisis de ébola “siempre es preocupante”, aunque aún no se puede hablar de un “escenario negro” por el brote detectado en la República Democrática del Congo (RDC), explica desde Kinshasa el experto en el virus y coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF), Luis Encinas.
Mbandaka, la zona urbana de en torno a un millón de habitantes donde esta semana se registró un primer caso confirmado y hay otros tres sospechosos, es un “cruce importante fluvial”, como resume Encinas, que es el noveno brote de ébola que atiende en su carrera.
“No quiero hablar de un escenario negro”, subraya el experto, pero advierte de que en esta zona recóndita del noroeste de RDC se utiliza constantemente el transporte fluvial y las aguas conectan con otros núcleos urbanos importantes como Kinshasa.
El Ministerio de Sanidad congoleño advirtió este jueves de que se entraba “en una nueva fase” de la epidemia al confirmar un caso en Mbandaka, capital de la provincia de Ecuador.
Ese caso da un giro a la actual crisis porque el ébola, que es endémico en RDC, país que sufre el noveno brote, normalmente afecta a comunidades rurales donde las probabilidades de expansión son pequeñas, reporta Efe.
“No es tanto el hecho de que llegue o no llegue a una ciudad, sino de tener una fotografía adecuada”, especifica el coordinador de MSF.
Sin embargo, la “fotografía adecuada” no se tiene aún, pero los expertos trabajan en ello en una fase que es todavía muy inicial de evaluar la situación y tomar medidas: “Estamos en la fase normal de lo anormal”, considera Encinas.