El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) denunció la inseguridad en cuanto a la cantidad y calidad de la alimentación de los 655.500 rohinyás huidos a Bangladesh desde el estallido de violencia en Birmania en agosto.
“A pesar de que más del 90 % de los refugiados rohinyás en Cox’s Bazar (distrito en el sureste de Bangladesh que alberga los campos de refugiados) han recibido asistencia alimentaria de emergencia, la mayor preocupación es el acceso limitado a una dieta equilibrada y bien diversificada”, aseguró el PMA en un comunicado.
Un estudio realizado entre noviembre y diciembre por el PMA titulado “Evaluación de vulnerabilidad de la emergencia rohinyá”, revela que cerca del 80 % de los refugiados llegados a Bangladesh después del 25 de agosto “dependen mucho o completamente” de la asistencia alimentaria externa, reporta Efe.
La comida distribuida a los rohinyás se compone de arroz, aceite vegetal y lentejas, una “ración de emergencia diseñada para proporcionar las calorías básicas pero que carece de diversidad alimenticia”, advirtió el PMA.
El Programa recomendó la ampliación de los programas de vales electrónicos, que reciben una cantidad de dinero mensual que permite a los refugiados elegir libremente los alimentos en una “tienda”.