Germán Vargas Lleras aspira llegar a la Presidencia de Colombia en las elecciones del próximo domingo como el candidato que defenderá la institucionalidad, lo que en inglés se conoce como el establishment, “el que le puede garantizar a este país la tranquilidad”, aseguró en un debate presidencial.
Esta autoproclamación de Vargas Lleras parece acertada si se miran los numerosos apoyos políticos que sumó en las últimas semanas de campaña, pese a que otros aspirantes obtienen mejores resultados en las encuestas.
El “título” de representante de la institucionalidad también ha sido motivado por su cercanía al presidente Juan Manuel Santos, del que fue vicepresidente por tres años, sus vínculos con figuras del poder judicial y por el segundo lugar que obtuvo el partido Cambio Radical, del que fue dirigente, en la elección del Senado el pasado 11 de marzo.
Los resultados de Cambio Radical, sumados al apoyo que recibió de la colectividad política de Santos, el Partido de la U, de algunos sectores conservadores y de movimientos cristianos, lo convierten en el candidato que tendría las mayorías en el Congreso colombiano, una fortaleza que la expone sin tapujos.
“Soy el candidato que tiene hoy la mayor gobernabilidad en el Congreso para tramitar las reformas que la nación necesita”, aseguró en un debate electoral de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Vargas Lleras también ha buscado mostrarse como el candidato con la mayor experiencia. En sus discursos en plazas públicas, se define como la persona que ha obtenido los mejores resultados en las entidades que ha liderado y recuerda sus cargos como vicepresidente, ministro de Justicia, del Interior y de Vivienda, presidente del Congreso y senador de la República.
La experiencia de los aspirantes se convirtió en Colombia en un tema de debate debido a la edad de Iván Duque, el candidato que lidera las encuestas.
Duque, con tan solo 41 años, es la carta del uribismo y de sectores afines, y ha sido criticado por Vargas Lleras debido a que su cargo más representativo ha sido el de senador.
“Quiero ser presidente de Colombiaporque tengo la experiencia, el liderazgo, el compromiso y conozco el territorio nacional”, indicó el exvicepresidente en un acto político que cumplió en conjunto con representantes del Partido Conservador y de la U.
Además, ha buscado adueñarse de los votos de sectores políticos de centro que no apoyan al candidato del uribismo ni al exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, que representa ideas y movimientos cercanos a la izquierda.
El exvicepresidente ha señalado a Duque de representar la extrema derecha y de querer destruir el acuerdo de paz logrado por el Gobierno de Juan Manuel Santos con la guerrilla desmovilizada de las Farc, y ha acusado a Petro de pretender imponer un modelo político y económico que puede llevar a Colombiaa una crisis similar a la que vive Venezuela.
“No creo en el populismo de izquierda que promete todo gratis y no dice cómo lo va a financiar, ni en el que quiere llevar a una guerra con Venezuela”, manifestó en un foro organizado por la Universidad del Rosario de Colombia a finales de abril.
Aunque ha buscado sumar votos entre aquellos que no respaldan a Petro ni al uribismo, Vargas Lleras se ubica en el cuarto lugar de los sondeos de opinión, por debajo del exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, que también busca identificarse con el centro político. El exjefe negociador del acuerdo de paz del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, aparece en el último lugar de las encuestas.
Las propuestas de Vargas Lleras
El exvicepresidente colombiano creó un plan de gobierno con 27 propuestas que ha divulgado mediante cartillas por diversos medios. Los temas de los documentos, que Vargas Lleras ha llamado “de política pública”, incluyen proyectos para la mujer, las etnias, los jóvenes, el deporte, la seguridad, las relaciones internacionales, la infraestructura, la agricultura, la economía, la industria, la salud y la educación, entre otros.
En sus propuestas, debates y eventos públicos, Vargas Lleras ha asegurado que la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) solo continuará si la guerrilla abandona sus actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico y a la minería ilegal.
“Si no tengo pruebas de que van a abandonar estos negocios, de que no van a seguir ocupando territorios y de que se van a desmovilizar, el 7 de agosto levanto la mesa y me dedico con toda la capacidad del Estado y de sus fuerzas militares a confrontarlos”, indicó Vargas Lleras en una rueda de prensa.
El candidato ha afirmado que su gobierno buscará una estrategia para atraer el capital de los venezolanos que quieren crear empresa en Colombia.
“Motivaría a los venezolanos a que desplacen su capital a Colombia, para que generen industria y les den empleos a sus compatriotas”, afirmó en un foro sobre Venezuela durante la campaña.
Vargas Lleras sostuvo que fortalecería la presencia consular para la atención de colombianos en Venezuela y aseveró que su gobierno no tendría un embajador en el país gobernado por Nicolás Maduro. Resaltó además que establecería un programa educativo que informe sobre el fenómeno migratorio para evitar problemas de xenofobia.
En el foro detalló que Colombia necesita ayuda internacional para la atención de los venezolanos, en especial en el tema de salud, y propuso especializar a las fuerzas armadas en frontera para otorgar seguridad en la zona.
El exvicepresidente ha asegurado que respetará los acuerdos de paz que el Gobierno Santos alcanzó con las Farc y que castigará a los excombatientes que los incumplan. Detalló en una nota de prensa que extraditaría al líder de la guerrilla desmovilizada, conocido como Jesús Santrich, si se comprueba que envió cocaína a EEUU luego de la firma de la paz en noviembre de 2016.
El aspirante también hizo un reciente pronunciamiento donde aseguró que no movería la embajada de Colombia a Jerusalén en relación con el conflicto palestino-israelí, informa Anadolu.
Vargas Lleras busca por segunda vez la Presidencia luego de obtener el 10,1% de los votos en las elecciones de 2010. Su respaldo político es superior ocho años después y pese a los sondeos, que no lo ubican en la segunda vuelta, es el candidato que por sus alianzas y mayorías en el Congreso, podría dar la sorpresa en los comicios de este 27 de mayo.