En la misiva Petro se retracta de unas declaraciones en las que insinuó que el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, estaba implicado en un golpe de Estado en su contra
El presidente Gustavo Petro, envió en junio una carta a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que le pidió “pasar página de los malentendidos y mirar hacia adelante”, antes de que Washington y Bogotá llamaran a consultas a sus embajadores por una nueva crisis diplomática entre ambos países.
En la misiva, enviada el 23 de junio y divulgada este lunes por medios colombianos, Petro se retracta de unas declaraciones en las que insinuó que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, estaba implicado en un golpe de Estado en su contra y afirma que los “desafíos hemisféricos” que comparten ambos países “exigen cooperación, y no recriminaciones”.
“Deseo aclarar que cualquier expresión mía que haya sido interpretada como una acusación directa sobre la participación en un supuesto golpe de Estado en Colombia, no tenía la intención de señalar a nadie de manera personal ni de cuestionar sin fundamentos el papel de los Estados Unidos”, sostiene Petro en la carta.
#NOTICIA Esta es la carta que envío el presidente Gustavo Petro, entre líneas, disculpándose por sus palabras que había dicho a Marco Rubio desde Cali señalándolo de un golpe de Estado en Colombia. También cuestiona a Rubio por sus declaraciones sobre el atentado a Miguel Uribe. pic.twitter.com/ZtIX5bwRRK
— Santiago Ángel (@santiagoangelp) July 7, 2025
El 11 de junio, durante un evento público en Cali, el presidente se refirió a unas declaraciones del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y afirmó: “Dice un presidente vecino que Marco Rubio está organizando un golpe de Estado contra mí”.
Esta afirmación fue alimentada por unos audios del excanciller colombiano Álvaro Leyva que revelan que intentó buscar ayuda en círculos republicanos de Estados Unidos para sacar a Petro del poder, una presunta trama que la semana pasada avivó aún más las tensiones entre ambos Gobiernos, ya marcadas por desacuerdos en temas como la migración y la lucha contra el narcotráfico.
En ese contexto, y tras lo que consideró una acusación “infundada” de Petro, Rubio convocó de manera “urgente” al jefe de la misión diplomática estadounidense en Bogotá, John McNamara.
En respuesta, Petro llamó a consultas a su embajador en Washington, Daniel García-Peña, con el fin de informarse sobre el estado actual de la agenda bilateral con Estados Unidos, el principal socio comercial de Colombia, con el que tiene desde 2012 un Tratado de Libre Comercio (TLC).
Rechazo a acusaciones “infundadas”
En su carta a Trump, Petro también expresa su “preocupación” por las insinuaciones públicas que, tras el atentado del 7 de junio contra el senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay, responsabilizan a la “retórica violenta” del Gobierno colombiano como un posible detonante del ataque.
“Como ya ha sido establecido por las autoridades investigativas, no existe prueba alguna que vincule a este gobierno ni a sus discursos con ese lamentable hecho”, agrega en referencia a los disparos que recibió durante un acto de campaña en Bogotá Uribe Turbay, quien un mes después del ataque continúa luchando por su vida.
Petro rechaza “categóricamente cualquier intento de utilizar la tragedia como instrumento de acusación infundada” y afirma que “es hora de pasar la página de los malentendidos y mirar hacia adelante”.
“Por eso, quisiera reiterar mi propuesta de convocar una cumbre entre el gobierno de los Estados Unidos y la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños. No como gesto simbólico, sino como una oportunidad real de sentarnos como iguales a pensar el futuro que compartimos”, añade el mandatario, quien también hace un llamado al “entendimiento” y la “responsabilidad compartida”.
Nueva crisis sin canciller
Esta nueva crisis diplomática con Estados Unidos coincide con la renuncia la semana pasada de la tercera canciller de Petro, Laura Sarabia, por diferencias con decisiones tomadas por el Gobierno, que no ha nombrado aún a su reemplazo.
Esta es la segunda crisis diplomática de este año entre los dos países. La primera fue el pasado 26 de enero cuando Petro no permitió el ingreso al país de aviones con ciudadanos deportados por EE.UU. alegando que no recibían un trato digno.
Tras esa decisión, Trump respondió con una imposición de aranceles del 25 % a todos los productos colombianos, pero ese mismo día diplomáticos de los dos países llegaron a un acuerdo para bajar la tensión bilateral.
EFE