Bélgica y Holanda han iniciado sendas investigaciones judiciales para analizar el alcance del caso de los huevos contaminados con fipronil, un pesticida cuyo uso está prohibido en la cadena alimentaria en la Unión Europea (UE).
Además, fuentes comunitarias indicaron que Bélgica ha abierto un caso en la red de Fraude Alimentario de la Unión Europea y ha pedido la asistencia de Holanda.
En Bélgica, donde fueron identificados huevos con fipronil, aunque en menores niveles que en Holanda, la Agencia federal para la seguridad de la cadena alimentaria (Afsca) ha bloqueado la actividad de varias granjas, y la Fiscalía de Amberes ha iniciado una investigación judicial, dijo a Efe su portavoz, Kathy Brison.
La actividad de estas granjas se reanudará cuando presenten, mediante muestras, que sus huevos ya no contienen fipronil, precisó la portavoz, quien dijo que la posibilidad de sanciones se resolverá “mediante la investigación judicial”, reseñó Efe.
“Ciertamente han cometido una infracción”, declaró la portavoz, en referencia a las empresas que han usado esta sustancia que, si bien se comercializa en Europa, no está permitida en la cadena alimentaria.
La investigación, precisó la Afsca en un comunicado, “tiene como objetivo analizar en profundidad el comercio ilegal” de fipronil.