Estudiantes universitarios mexicanos pusieron en marcha una campaña que busca reunir 350 trenzas en dos días para elaborar unas 23 pelucas que irán destinadas a niños de escasos recursos.
La idea se enmarca dentro de la iniciativa “Mi cabello su sonrisa”, que surgió un año atrás como un proyecto de dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, en el céntrico estado de Puebla.
“Quisimos motivar a los estudiantes para que donaran”, señala a Efe María Haide Coutiño Soriano, coordinadora de la campaña y una de las estudiantes que puso en marcha el proyecto.
Tras varios años donando el cabello en distintas asociaciones, María Haide decidió, junto a una amiga, acercar esta campaña a la universidad, a los jóvenes. En el primer año de la campaña lograron recaudar 187 trenzas.
La experiencia del año pasado les motivó a seguir con este proyecto. Se acercaron donadores de diferentes edades, desde niños acompañados por sus padres y jóvenes hasta adultos mayores. Entre las historias más emotivas detrás de las donaciones, María Haide recuerda la de una señora que acudió con sus tres hijas.
“Una señora llegó a donar con sus tres hijas porque su sobrino falleció de cáncer” hacía poco tiempo, señala. Con el cabello de la mujer salieron dos trenzas de 15 centímetros. “Fue muy emotivo” declara la estudiante.
Este año esperan triplicar la cifra del año pasado. Los requisitos para poder hacer una donación son estrictos.
“El mínimo para donar son 15 centímetros de trenza y el cabello debe estar sin teñir, ni con colorantes”, explica la estudiante.
María Haide comenzó a donar su cabello hace tiempo; señala que estuvo todo un año cuidándolo para donarlo por primera vez. “El momento en el que te cortan la trenza es de mucha emoción, casi lloro”, señala. Desde entonces no ha dejado de donar.
Junto con las trenzas, cada donador escribe un mensaje a los niños que recibirán su cabello. “No te conozco pero siento un gran aprecio por ti y me emociona que tengas una parte de mi” dice uno de los mensajes de una donadora anónima de 20 años.
“Que mi cabello saque muchas sonrisas y sea útil para alguien más”, se puede leer en otro empaque junto a una trenza.
“Te doy mi cabello que a mí no me afecta tenerlo o no para que tú puedas tener una vida mejor”, dice otro de los mensajes.
Itzel Sánchez Padilla donó su cabello por primera vez tras dejarlo crecer por un año; lo describe como un “cambio con causa”. “Es sólo un corte, a nosotros nos va a crecer de nuevo” señala a Efe tras su donación.
Otra joven de 18 años se acercó a la campaña tras escucharla en un anuncio de radio. “Mi abuelo murió de cáncer” señala. Tras dos años sin cortarse el cabello, hoy donó más de 15 centímetros.
Las trenzas que se recauden durante estos dos días viajarán hasta Xalapa, en el estado de Veracruz, donde serán procesadas en pelucas a través de la fundación Luz y Esperanza para Amigos con Cáncer (LEPACH). Para la elaboración de una peluca son necesarias alrededor de 15 trenzas.
Este año, por primera vez, la campaña se extenderá a otros estados de México; así, el próximo 9 y 10 de noviembre se llevará a cabo en el estado de Veracruz.
La coordinadora de la campaña espera poder ir extendiendo esta campaña a diferentes puntos del país para lograr más donaciones y que el apoyo a los niños que padecen cáncer se incremente, informa Efe.
En México, según el Centro de Apoyo a Niños con Cáncer A.C, cada año se registran 7.500 casos de cáncer infantil.