Foto: Anadolu
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dibuja un panorama “lúgubre” para la economía mundial debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19) que, hasta la fecha, deja 3,6 millones de contagiados y 251 mil muertos en el planeta.
“Proyectamos que más de 170 países experimentarán un crecimiento negativo este año”, “una crisis como ninguna otra”, “anticipamos las peores consecuencias económicas desde la Gran Depresión”, fueron algunas de las frases que lanzó la directora del FMI, Kristalina Georgieva, durante el pasado mes de abril.
En Latinoamérica, por supuesto, el escenario es igual de desalentador. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que la contracción en la economía será de un 5,3% durante el 2020 y la cantidad de desempleados en la región pasará de los 37 millones.
En el marco de este sismo económico buena parte de los sectores pierden la partida, pero, unos pocos, como suele ocurrir en las crisis financieras, resultan ganadores.
Tres sectores en particular se han beneficiado del brote surgido en la ciudad china de Wuhan a finales del año pasado: el tecnológico, el comercio electrónico (e-commerce) y el farmacéutico.
Debido a los diferentes protocolos de aislamiento adoptados por los gobiernos del mundo, plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime y HBO GO catapultaron sus suscripciones y esbozaron un aumento exponencial en sus ganancias en los últimos meses.
Un informe publicado por la consultora de tecnología, Strategy Analytics, destacó que cada una de las compañías arriba citadas superó en un 7% el crecimiento que tenían previsto para el primer semestre del año que corre.
“Durante la cuarentena la gente ha buscado oportunidades para mantenerse ocupada y pasar el tiempo. Servicios que permiten el acceso en casa a películas, música y videojuegos (que alcanzaron un récord en ventas mundiales de USD 10 mil millones en marzo) han encontrado la oportunidad de estar presentes en la mayoría de los hogares con las correspondientes ganancias económicas”, recalcó el profesor de economía de la Universidad de Rutgers (New Jersey), Arturo Osorio.
Mientras miles de empresas lanzan gritos de auxilio a los gobiernos de turno para que, por ejemplo, les prorroguen el pago de impuestos y así tengan solvencia para cubrir sus nóminas, gigantes como Netflix ven en el coronavirus al mejor aliado para incrementar el flujo de ingresos.
De acuerdo a los cálculos de Strategy Analytics, las plataformas de streaming generarán entradas por USD 6 mil millones en el 2020, un 12% más que el año pasado.
A medida que el COVID-19 se ha propagado, también se expandieron las ventas de esta compañía estadounidense. Entre enero y marzo de 2020, Amazon elevó en un 26% sus ingresos hasta USD 75.450 millones.
Es tal la sobredemanda que, en tiempos de alerta por las inéditas tasas de desempleo, Amazon contrató a 100 mil personas para responder a las necesidades del mercado, remarcó el profesor de la Universidad de Rutgers.
El sector farmacéutico fue el otro del tridente que encontró en la pandemia una oportunidad de lucro.
“Dado la naturaleza médica de la crisis, la industria farmacéutica ha tenido un incremento en ganancias”, dijo el profesor Osorio, quien añadió que, por ejemplo, la compañía biofarmacéutica Gilead Sciences tiene los derechos de la droga Remdesivir, la llamada “nueva esperanza para los pacientes de COVID-19”.
Daniel O’Day, consejero delegado de Gilead, aseveró que durante esta semana el medicamento estará disponible en miles de hospitales en Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (Niaid, por sus siglas en inglés) publicó un estudio donde destacó que los pacientes positivos de COVID-19 que consumieron Remdesivir se recuperaron después de 11 días, cuatro días más rápido que los que no utilizaron el medicamento. Anadolu