Treinta y cinco centros de vacunación han reabierto en las provincias de Idleb y Hama, en el noroeste de Siria, que están en parte bajo control de grupos armados rebeldes, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha colaborado en la puesta en marcha de los establecimientos.
En dichos centros los niños podrán recibir vacunas contra la tuberculosis, sarampión, rubeola, polio, hepatitis B, difteria y tétanos.
Desde que empezó la guerra civil en Siria, en 2011, los padres no han tenido adonde acudir para vacunar a sus hijos, las vacunas han escaseado y los hospitales no podían garantizar este servicio, una situación que la OMS intentó paliar, en colaboración con Unicef, lanzando campañas cortas de vacunación.
Recientes brotes de sarampión y tuberculosis en Siria han puesto en evidencia la baja cobertura de inmunización entre los niños tras seis años de conflicto, señaló el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier.
Antes de la guerra, Siria exhibía una tasa de vacunación del 95 %, pero actualmente no existen registros que ofrezcan datos fiables sobre la situación real, comentó.
“Los registros de inmunización han sido perdidos en muchos casos porque la gente ha huido, así que es difícil tener cifras de cuántos niños pueden haber muerto por una baja inmunización” señaló. Efe
