Terapias dirigidas con medicamentos que están logrando reducir entre un 75 y 80 % el tamaño de los tumores en el cáncer de pulmón alientan a los oncólogos en su lucha contra la enfermedad, dijo el médico mexicano Jorge Alatorre.
Además, la posibilidad de usar el sistema inmune de los pacientes como “arma” eficaz para combatir células cancerosas constituye otro factor positivo en la lucha contra el cáncer.
“Se ha podido entrar en la célula del adenocarcinoma y entender qué es lo que está pasando”, explicó en entrevista con Efe Alatorre, coordinador de la clínica de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) de México.
El experto en tratamiento de cáncer de pulmón, padecimiento que cobra tres vidas por minuto, 4.000 por día y 1,59 millones al año en el mundo, detalla que ahora se logra la disminución de tumores con solo tomar ciertos medicamentos inhibidores de la mutación en el receptor de factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés).
Dicha mutación se detecta “en el 30 % de casos que se presentan en México, en el 50 % de los de China y en EE.UU. y los países caucásicos está presente entre 13 y el 18 por ciento de los pacientes”, describe Alatorre, quien la semana pasada asistió en Buenos Aires (Argentina) al foro Roche Press Day.
El gran paso con las nuevas terapias es que “la quimio lograba que solo en un 35 % de los pacientes el tumor se hacía chiquito; en cambio con esto es en el 75 u 80 % y el resto no crece, se queda estable”, explica.
El especialista compara el momento actual de incesantes descubrimientos en su especialidad al periodo de finales del siglo XIX, cuando Louis Pasteur o Robert Koch cambiaron la historia de las enfermedades infecciosas.
La buena nueva es que estos fármacos contribuyen a la mejor calidad de vida de los pacientes y permiten niveles de supervivencia mayores.
“Puedo darles una pastilla inhibidora de esa mutación que te puede causar un poco de diarrea, un poco de sarpullido o alteraciones leves en las enzimas hepáticas”, pero “es una toxicidad mucho más aceptable y llevadera que la de la quimioterapia”, explica.
De cien pacientes con cáncer de pulmón la mediana que se sometía a quimioterapia vivía 9 meses. Estos medicamentos “dan de beneficio de secuencia de tratamiento unos 49 meses”, con una “muy buena calidad de vida”.
Con respecto a las inmunoterapias, el especialista explica que las células cancerosas son muy eficaces en neutralizar las defensas del sistema inmunológico.
“Si la célula tumoral va a ser atacada y yo hago que esa interacción no se dé, podemos ser muy exitosos. Si logro bloquear esta respuesta del cáncer hacia mis defensas, y lo inhibo durante mucho tiempo, podré curar gente, y hablamos de la palabra cura, que antes decíamos sobrevidas largas”, revela.
El experto dice que “las células de defensa tienen memoria y nos permitirían atacar no solo cuando doy el medicamento”, sino que seguirán atacando como un “ejército funcional”.
En el Cono Sur americano, el cáncer de pulmón es la causa número uno de muerte y la segunda en Centroamérica.
El panorama es preocupante, ya que los sistemas de salud no están preparados para asumir las cargas económicas que implican los tratamientos.
Además, como “existen distintos tipos de cáncer de pulmón, en función de la genética del cáncer y del tipo de célula pulmonar de la cual se origina la enfermedad” se hace más difícil el combate.
Hasta ahora, el índice de supervivencia a 5 años de este tipo de cáncer era mucho menor que en otros tipos, solo 17 %, contra el 89 % del cáncer de mama.
Eso sumado al prejuicio social hacia la persona que padece este tipo de cáncer, ya que “se lo ha buscado por fumar”, detalla el experto, aunque se sabe que entre el 10 y el 25 % de los casos surgen en pacientes que nunca han fumado.
De seguir la tendencia actual, se estima que en 2030 en Latinoamérica habrá unos 151.000 nuevos casos de cáncer de pulmón y alrededor de 135.000 personas morirán por la enfermedad.