El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) comenzó a implementar en Paraguay la herramienta “Cuidado para el desarrollo infantil” en busca de fortalecer los vínculos entre padres e hijos de hasta 3 años para fomentar actividades o juegos que beneficien el desarrollo de los bebés.
La consultora de Primera Infancia de Unicef para América Latina y el Caribe, la colombiana María Paula Reinbold, destacó en una entrevista a Efe la importancia de ese desarrollo de los niños en los primeros meses, dentro de un programa que en el primer eslabón de la cadena implica a profesionales de la educación que, una vez capacitados, lo aplicarán a las familias con bebés.
“Es una iniciativa que ya tiene unos 20 años y nace a raíz de un trabajo conjunto entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef”, afirmó Reinbold, quien añadió que “se ha implementado ya en más de 25 países y ha tenido un impacto muy importante en las familias en las que se ha trabajado”.
Reinbold indicó que el trabajo consiste en realizar junto con los padres y madres actividades sencillas de acuerdo con la edad de cada infante para tratar de potenciar los aspectos visuales, auditivos, cognitivos o sociales de estos menores de hasta 1.000 días de vida.
“Hablamos de lo potente que pueden ser los recipientes, las vasijas y las cucharas metálicas. Lo que le pedimos a la mamá es que lo trabaje eso directamente con su niño y jueguen y se comuniquen entre ellas. La actividad que hacemos es una actividad en hechos y no en recomendaciones”, agregó.
El sentido del “Cuidado para el desarrollo infantil”, explicó la consultora de Unicef, está basado en la utilización de “cosas que se pueden encontrar en muchas casas”.
“No es que estemos inventando cosas nuevas. Lo que estamos haciendo es recopilando actividades del juego y la comunicación que pueden ayudarle a esos cuidadores principales (padres) a ser mucho más sensibles y cariñosos con sus niños pequeños”, explicó.
Ello no significa que se hayan perdido los valores del juego con los niños y haya que recordárselos a los padres, puntualizó Reinbold, pero sí que existen ciertos casos “en donde el juego y la comunicación a veces se puede ver interrumpida”, como la separación de un bebé de su madre por motivos de salud en los primeros días de vida.
Reinbold dijo que esta “herramienta” internacional ha necesitado ciertas adaptaciones en su traslado a América Latina, pero aseguró que puede aplicarse en cualquier tipo de familia, con recursos o sin ellos, urbana o rural, siempre que se adecúe a las circunstancias.