Una mayor conciencia de la paternidad responsable, un nivel educativo más alto y conocimiento de los derechos reproductivos ayudan a que cada vez más hombres elijan la vasectomía sin bisturí, un método de planificación familiar ambulatorio y casi sin dolor.
Quienes se someten a esta cirugía anticonceptiva deben afrontar prejuicios sobre la masculinidad y tabúes asociados a la pérdida del desempeño sexual que son erróneos, dice a Efe Francisco Morales, encargado del área de vasectomía del Hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos de Guadalajara (oeste de México).
“Uno de los principales temores que los pacientes manifiestan es que exista un problema en cuanto a sus erecciones o que vaya a disminuir la libido o la potencia sexual”, afirma.
Contrario a ello, una vez que se realiza el procedimiento, el varón puede incrementar su actividad sexual sin el riesgo de embarazar a su pareja, apunta.
El jefe del servicio de urología del Hospital Juárez en la Ciudad de México, Jesús Torres Aguilar, sostiene que la escolaridad es un factor importante para que el hombre opte por este método.
“Cuando no hay una escolaridad mayor de secundaria, es muy frecuente que la responsabilidad se la deje a la mujer”, pero gradualmente se ha entendido que esta “es compartida”.
La vasectomía sin bisturí es un procedimiento permanente, 99 % efectivo, que se realiza con anestesia local, utilizando una pequeña pinza que localiza y corta los conductos deferentes por donde pasan los espermatozoides, que -al no salir mediante la eyaculación- son absorbidos por el organismo.
El procedimiento dura entre 20 y 30 minutos, no requiere hospitalización y el paciente puede reanudar sus actividades en una semana, a diferencia de la histerectomía, la cirugía anticonceptiva para las mujeres, que es más dolorosa y exige mayor tiempo de recuperación. Efe