Un nuevo estudio en ratones constata que el uso prolongado de los inhibidores de Plk1, una terapia innovadora contra el cáncer de leucemia aún en fase de ensayo clínico, puede producir no solo problemas de hipertensión arterial sino también rotura de vasos sanguíneos y problemas cardiovasculares severos.
El trabajo liderado por españoles señala que los inhibidores Plk1 pueden provocar también aneurismas y roturas aórticas.
Estas son las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista Nature Medicine, cuyos autores apuntan que los resultados pueden tener “importantes implicaciones” en el desarrollo de estos nuevos tratamientos, por eso sugieren una revisión de los protocolos de uso. Efe
Plk1 fue inicialmente caracterizada como una proteína que controla cómo las células se multiplican, por lo que se vio en ella una nueva diana terapéutica para frenar el crecimiento tumoral, señala el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Efe
Varios inhibidores de esta proteína se encuentran en ensayos clínicos para diversos tipos de tumores, como “volasertib”, que recibió recientemente el reconocimiento de “Terapia innovadora en leucemias” por la Agencia Reguladora del Medicamento de EEUU (FDA), por su eficacia contra la leucemia mieloide aguda.
Este medicamento está dentro de lo que se conoce como medicina personalizada, basada en conocer la función de cada uno los genes y proteínas y seleccionar los fármacos adecuados contra estas según las alteraciones de cada paciente.
Sin embargo, tal y como afirma Marcos Malumbres, coordinador del estudio y jefe del Grupo de División Celular y Cáncer del CNIO, uno de los problemas con los que se encuentran al ensayar con nuevos fármacos en pacientes es que todavía se conoce muy poco de la función real de las proteínas a las que van dirigidos.